Original Article: Global Trends in Open Access: Themes from Africa, Asia and Latin America

Edita company logoTraducción por Edita.us. (Translation courtesy of Edita.us).

 

Arianna Becerril García, Thomas Hervé Mboa Nkoudou y Vrushali Dandawate intervinieron en un seminario virtual que coordinó Scholarly Kitchen y organizado por Chef Siân Harris sobre el acceso abierto global, . En este artículo conjunto se comparten algunos temas clave de la conversación y se abordan algunas de las preguntas que surgieron.

La posibilidad de que los investigadores compartan sus resultados y se basen en los de otros es vital para ellos, los responsables políticos y la sociedad en general. Pero, con demasiada frecuencia, la forma en que funciona este proceso es decidida por un número relativamente pequeño de países y personas, a menudo los que se encuentran en el Norte global, en instituciones de “élite” o en grandes editoriales comerciales.

En este proceso se dejan de lado voces e información que aunque funcionan en muchas partes del mundo siguen quedando fuera del mundo académico, las decisiones políticas y diferentes prácticas sociales.

En un seminario virtual que Scholarly Kitchen celebró recientemente, tuve el placer de contar con grandes ponentes de tres continentes, todos ellos expertos en acceso abierto y desde diferentes perspectivas. Este post resume algunos de los temas clave que Arianna Becerril García, residente en México, Thomas Hervé Mboa Nkoudou, residente en Camerún, y Vrushali Dandawate, que vive en la India trataron.

Rangoli of the open access symbol
Imagen por cortesía de Vrushali Dandawate

¿Cuáles son los principales enfoques del acceso abierto en sus regiones?

Arianna Becerril García es directora ejecutiva de Redalyc, presidenta de AmeliCA, profesora de la Universidad Autónoma del Estado de México y tiene una sólida experiencia en la elaboración de políticas de acceso abierto.

En América Latina tenemos un enfoque no comercial donde las publicaciones científicas pertenecen a instituciones académicas y no a grandes editoriales. Incluso antes de que se acuñara el término de acceso abierto en 2002, hicimos de ese acceso la forma natural de comunicar la investigación en América Latina.

Esto significa que las instituciones que se encargan de generar conocimiento también se encargan de comunicarlo. Las instituciones académicas, así como los gobiernos, apoyan a las revistas impulsadas por nuestros profesores como parte de su trabajo académico. Ese contenido está disponible en acceso abierto, para que todos se beneficien de la inversión de todos.

En este ecosistema, tenemos una inversión distribuida a través de diferentes partes interesadas para los flujos de trabajo editorial, la garantía de calidad, las métricas, la agregación de contenidos y la facilidad de acceso digital, entre otros muchos servicios. Desde mi punto de vista, esta es una forma muy sostenible de mantener este ecosistema.

Nuestro enfoque es “la ciencia como bien público” y no “la ciencia como mercancía”. En este último enfoque, los rankings universitarios dictan la toma de decisiones en las universidades y el futuro de la publicación, la publicación la realizan principalmente empresas comerciales, la evaluación de la investigación se basa en el Factor de Impacto y el acceso abierto evoluciona a través de acuerdos transformadores, en los que los APC (Article Processing Charges o cargo por procesamiento de artículos) desempeñan un papel fundamental.

Creemos que en América Latina tenemos un enfoque más sano y mejor para lograr la equidad y la diversidad. Sin embargo, hay retos en términos de sostenibilidad, tanto para mantener la inversión actual como para tener más inversión que permita a este ecosistema ser más competitivo, más visible y permitir más innovación.

También vemos un gran desafío en cuanto a la coexistencia con el acceso abierto comercial; vemos que la publicación de revistas y la tradición del acceso abierto se ven amenazadas por estrategias comerciales, por ejemplo: el acceso abierto basado en el APC para generar ingresos. Hace 20 años vimos prácticas inflacionistas con el enfoque de la suscripción, y ahora estamos viendo exactamente el mismo fenómeno con el APC.

Recientemente, Nature empezó a cobrar más de $11 000 por un APC. Esto está completamente fuera de lugar para países como México o cualquier otro país de América Latina. Y no se trata de proporcionar exenciones especiales para nosotros, porque esto es condescendiente. Estamos buscando una participación sistemática colectiva en la ciencia, una conversación global sistemática.

Con las actuales tecnologías de la información, podemos avanzar realmente hacia la democratización del conocimiento. Entre los diversos beneficios, las tecnologías permiten el desarrollo de diferentes flujos de trabajo de publicación que son más rentables. También pueden mejorar la capacidad de los contenidos de ser descubiertos y contribuir a una mejor evaluación de la investigación. Esto es lo que estamos haciendo en Redalyc y AmeliCA. Desde nuestra perspectiva, es una forma más sostenible y orgánica de comunicar los hallazgos científicos.

Thomas Hervé Mboa Nkoudou es un investigador en ciencia abierta y humanidades digitales en Camerún y participa en muchas iniciativas de acceso abierto y ciencia abierta en África y fuera de ella.

La importancia del acceso abierto en África es muy amplia. El acceso abierto puede aumentar la visibilidad y ayudar a la formación académica. Y puede ayudar a los responsables políticos a leer, contextualizar y desarrollar políticas relevantes, incluso en torno a la investigación realizada a nivel local.

Es cierto que el acceso abierto comenzó oficialmente en 2002 con la Iniciativa de Acceso Abierto de Budapesty que esta tendencia se difundió del Norte al Sur, con todas estas grandes organizaciones trabajando para mejorar la situación del acceso abierto en África. Pero solo en los últimos cinco o seis años hemos visto surgir más iniciativas endógenas desde nuestro continente y dirigidas por africanos. Entre ellas: AfricArXivLe Grenier des Savoirs, LIBSENSE y African Journals Online (AJOL). Recientemente me alegró mucho ver que África y América Latina acordaron una colaboración más estrecha en torno a la Ciencia Abierta.

Todavía nos queda mucho por hacer en términos de buenas prácticas de apertura, archivo, prácticas de publicación, etc. Pero para aprovechar todo el potencial del acceso abierto, es muy importante que los africanos tengamos una posición común, una visión común.

Los retos a los que se enfrenta el acceso abierto en África son las barreras físicas con los problemas de electricidad, la falta de acceso a los equipos, la conectividad a Internet y la falta de infraestructuras. También tenemos barreras cognitivas, porque mucha gente todavía carece de conocimientos relacionados con el acceso abierto, incluso a veces los bibliotecarios y la gente todavía está alienada por el Factor de Impacto y la clasificación de las universidades.

Otro gran reto en nuestro contexto es la escasez de políticas contextualizadas, aunque algunos países como Sudáfrica tienen una política. La mayoría de las veces, las políticas existentes en África se inician en organizaciones occidentales y luego se reproducen en nuestro contexto, sin ningún esfuerzo de contextualización. Es realmente raro ver una iniciativa procedente de África que intente diseñar políticas de acceso abierto desde nuestra propia perspectiva, desde nuestra propia realidad. A veces vemos que grandes organizaciones financian este tipo de actividades, pero parece que nuestros propios responsables de la toma de decisiones y de la elaboración de políticas no son conscientes de la importancia del acceso abierto, lo que conduce a una falta de políticas o a una gran brecha entre las políticas y la realidad del contexto.

Creo que las exenciones de APC son útiles para los investigadores de nuestro contexto cuando quieren publicar, porque el sistema consiste en intentar publicar en publicaciones con factores de impacto más altos y muchos investigadores no pueden permitirse los APC. Pero para las revistas locales de África, por ejemplo, en el caso de Camerún, no tienen mucha financiación, así que si les pides que renuncien al APC, te preguntarán: ¿cómo nos vamos a mantener? Así que esta cuestión es diferente según el contexto desde el que se aborde la cuestión y hay que tener cuidado.

Vrushali Dandawate es embajadora de la DOAJ para la India y Pakistán y también bibliotecaria de la Facultad de Ingeniería AISSMS, India. Actualmente está terminando un doctorado sobre el acceso abierto en Asia Oriental.

Adoptar el acceso abierto dará a los investigadores asiáticos una visibilidad global y hará que los investigadores de otros países los citen más. El acceso abierto también ayuda a los bibliotecarios de los países en desarrollo a crear sus colecciones.

Actualmente hay 3636 revistas de Asia indexadas en DOAJ y el proyecto Journals Online [iniciado por INASP en asociación en Asia con organizaciones de Nepal, Bangladesh, Sri Lanka y Mongolia] muestra que también hay otras revistas locales de acceso abierto. Hay 1253 repositorios registrados en OpenDOAR de Asia. Se han creado bibliotecas digitales a nivel nacional en India, Nepal, Sri Lanka, Kazajistán y Kuwait, y existen bases de datos de acceso abierto en el idioma local.

Sin embargo, no hay muchas políticas de acceso abierto en Asia. Hay 82 mandatos de acceso abierto registrados en ROARMAP desde Asia y, como parte de mi investigación de doctorado, he encontrado que las políticas nacionales de acceso abierto solo se han puesto en marcha en Chipre, China y los Emiratos Árabes Unidos. Sin embargo, los gobiernos de todos los países asiáticos deberían elaborar una política de acceso abierto a nivel nacional, lo que ayudaría a su promoción. Las políticas que se elaboren para las instituciones deben registrarse en ROARMAP para que puedan dar visibilidad global a la investigación.

En este momento, la India no está pensando en adoptar el Plan S. En muchas instituciones en las que existen políticas de financiación, estas se limitan a fomentar la presentación en acceso abierto, y se ha observado que los autores no siguen los mandatos institucionales con regularidad. Creo que, para promover la adopción de las políticas de acceso abierto, los directores de los departamentos de investigación institucionales y los bibliotecarios deben tomar la iniciativa de animar a los investigadores a seguir las políticas y apoyar la visibilidad global de la investigación asiática.

Existe la necesidad de desarrollar repositorios de acceso abierto desde Asia, y la comunidad bibliotecaria está entusiasmada con el desarrollo y la promoción de los repositorios. Sin embargo, se ha observado que los investigadores no utilizan ampliamente los repositorios institucionales, y los niveles de depósito generales siguen siendo relativamente bajos. Además, la infraestructura de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para la creación de repositorios es demasiado escasa y el apoyo de los gobiernos también sigue siendo escaso.

El idioma es otra cuestión importante. En algunos casos, el predominio del inglés en los repositorios de acceso abierto puede ser una barrera en los países no anglófonos.

También hay problemas de falta de formación y malentendidos sobre el acceso abierto en Asia. Muchas personas siguen pensando que si publican su artículo en una revista de acceso abierto no es válido, por lo que esto sigue siendo un problema en el continente. Además, se necesita apoyo y formación para la publicación académica y el desarrollo de repositorios de acceso abierto.

Poco a poco, la gente va conociendo qué es el acceso abierto y por qué es útil. Pero no hay financiación para los programas de promoción y siguen necesitando voluntarios para difundir la información. Y existe una brecha de comunicación entre los responsables de la toma de decisiones y los investigadores.

Además, en Asia hay muchas personas que trabajan individualmente en cada país a través de iniciativas como “Open access India”, “Open access Nepal”, “Open access Bangladesh”. Si todos los defensores del acceso abierto de cada país asiático se unieran para hacer algo juntos por Asia se podría avanzar más en el continente.

Otro reto importante para Asia es el crecimiento de las publicaciones, porque es importante obtener crédito académico, así que todo el mundo quiere publicar, pero entonces esto repercute en la calidad de las publicaciones. Si las revistas no se ajustan a las normas, se vuelven invisibles y los investigadores no les envían trabajos.

Algunas revistas tienen dificultades para cumplir las normas técnicas de publicación debido a cuestiones técnicas y financieras. Por ello, el DOAJ no exige que las revistas cumplan todas las normas de publicación para ser indexadas. Las revistas que no tienen la experiencia técnica o la financiación para cosas como los DOI o el archivo deben ser ayudadas a cumplir con las normas. Por ello, la DOAJ trabaja actualmente con sus socios en un proyecto para ofrecer la preservación digital gratuita o de bajo coste a las revistas de acceso abierto en forma de diamante, ya que se considera que estas son las que corren más riesgo de desaparecer de la red si se pierde el apoyo institucional a las mismas. Se espera que este proyecto aumente significativamente el número de revistas diamante de acceso abierto que se conservan para el futuro.

¿Cuáles son los problemas de la lengua?

Arianna Becerril García

Trabajamos principalmente con países de habla hispana y portuguesa. Y cada día nos enfrentamos a situaciones difíciles, pero me gustaría que recordáramos que vivimos en la era de la información y las nuevas tecnologías. Yo vengo del mundo de la informática. Tenemos que centrarnos en el desarrollo de tecnologías diferentes y mejores y no solo para permitir el multilingüismo en la comunicación científica, sino también para la facilidad de acceso digital.

Y por eso, por ejemplo, son tan importantes los requisitos de legibilidad mecánica como XML y JATS para la publicación de revistas.

Thomas Mboa

La cuestión es que el inglés, el francés, el español o el portugués son lenguas coloniales para nosotros en África; también tenemos nuestras lenguas nativas. Camerún, por ejemplo, es un país bilingüe (francés e inglés); como soy de la parte francófona del país, la educación en las escuelas es en francés. Esto supone una gran barrera para los africanos francófonos, ya que la ecología del conocimiento disponible en Internet muestra que muchos de los recursos están en inglés. Muchos de mis colegas e investigadores de otras partes de África no pueden leer o utilizar los recursos de investigación cuando están en inglés.

Esto es un gran reto y contribuye a la falta de visibilidad del trabajo que hacemos aquí en otros idiomas. Ahora tenemos algunas aplicaciones que puedes utilizar para traducir tu trabajo. Sin embargo, no es lo mismo, ya que se pierde el sentido de lo que se dice mientras se traduce.

Actualmente, estamos perdiendo muchos de nuestros conocimientos locales y tradicionales debido al cruce de culturas. Pero la ciencia abierta puede ser una buena forma de trabajar en su conservación, por ejemplo, grabando vídeos.

¿Qué opina de los acuerdos de transformación?

Vrushali Dandawate

Soy bibliotecaria y tenemos algunos acuerdos con las editoriales de la India. El problema es la financiación, especialmente debido a la actual crisis sanitaria de la COVID-19. Los costes de las editoriales aumentan y las bibliotecas tienen presupuestos reducidos. Si pudiera haber alguna negociación entre el gobierno y las editoriales, eso funcionaría bien.

Arianna Becerril García

Considero que los acuerdos de transformación son la “mejor manera” de consolidar el acceso abierto comercial. La pregunta para los financiadores y las organizaciones que suscriben esos contratos sería: ¿están dirigiendo también los flujos de financiación al acceso abierto no comercial? También se trata de equilibrar el mercado, evitando la nueva crisis inflacionaria que se avecina basada en los APC.

En cuanto a América Latina, no tenemos una gran dependencia de las revistas por suscripción, porque un gran número de investigadores latinoamericanos acceden a contenidos en bases de datos regionales y publican en revistas latinoamericanas, especialmente en Ciencias Sociales y Humanidades

Tenemos consorcios que se ocupan de las suscripciones y los APC en diferentes países. Sin embargo, estos también están vinculados con los gobiernos e instituciones que también sostienen el acceso abierto.

¿Qué pasa con la indexación en las bases de datos comerciales?

Arianna Becerril García

Si partimos de la base de que el trabajo de las revistas es comunicar la ciencia, para mí el éxito de una revista debería estar en cómo se comunica a las comunidades que necesitan el conocimiento que publican. El malentendido sobre las bases de datos principales se basa en la suposición de que una revista debe estar indexada por Scopus o Web of Science para ser considerada de calidad. Debemos recordar que la calidad se basa en la solidez de los procesos de revisión por pares y en la eficacia de la comunicación de los conocimientos y la capacidad de estos para llegar a las comunidades a las que sirven.

Por ejemplo, Web of Science no es una base de datos completa para la ciencia publicada en mi región o incluso para algunas disciplinas como las Ciencias Sociales y las Humanidades. Necesitamos contar con una estrategia más integral para evaluar y descubrir la ciencia, necesitamos que el conocimiento circule de manera eficaz y eficiente para producir una vacuna, por ejemplo, para resolver un problema de salud pública. Si el conocimiento se encierra detrás de muros de pago o se indexa en bases de datos propietarias, se compromete gran parte de la aplicabilidad del conocimiento o comunidades de investigación específicas pierden la oportunidad de generar nuevos conocimientos.

En consonancia con el tema de este debate, a finales del próximo mes se hará pública la grabación del seminario web que ha inspirado esta entrada.

Siân Harris

Siân Harris

Siân Harris is Publications and Engagement Manager at INASP, an international development organization that supports the production, sharing and use of research and knowledge in more than 25 countries in Africa, Asia and Latin America. In addition to her main job of looking after INASP’s publications and media relationships, she is also a mentor with INASP’s AuthorAID project and a member of the Think.Check.Submit. committee. Before joining INASP, Siân was editor of Research Information magazine for over a decade and a writer and editor on several science and technology publications at the Institute of Physics Publishing and other publishers. She has a PhD in inorganic chemistry from the University of Bristol, UK where she also worked part-time for the university library. She tweets as INASP at @INASPinfo and (in a predominantly personal capacity) as @sianharris8.

Arianna Becerril García

Arianna Becerril García is Executive Director, Redalyc, Chair, AmeliCA, Professor, Autonomous University of the State of Mexico and has a strong background in shaping open access policy.

Thomas Hervé Mboa Nkoudou

Thomas Hervé Mboa Nkoudou is a researcher in open science and digital humanities in Cameroon and involved in many open access and open science initiatives in Africa and beyond.

Vrushali Dandawate

Vrushali Dandawate is DOAJ Ambassador for India and Pakistan and also a Librarian at AISSMS College of Engineering, India. She is currently completing a PhD about open access in East Asia.

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